Ahorrar es el objetivo principal de cualquier negocio. En las oficinas, la impresora representa un gasto que podemos reducir siguiendo estas recomendaciones, que van desde los consejos básicos técnicos hasta la compra de consumibles compatibles con la marca, como por ejemplo, el toner brother tn2220, que nos permite un ahorro considerable manteniendo la misma calidad-precio.
-Impresora en reposo. Las impresoras, por lo general, se mantienen encendidas las 24 horas del día. Por esa razón, si tienen la función de hibernación o apagado automático, sería recomendable activarla.
-Impresora de tinta sobre la de láser. La impresora láser necesita templarse para poder comenzar a imprimir, lo que puede significar un ahorro del 50% entre una tecnología y la otra. Por lo general, si vamos a imprimir una serie de documentos cortos o de pocas páginas, pero habituales, la tinta es una buena opción. Si por el contrario, la impresión de documentos es continua y en cantidad, documentos de más de de 60 páginas por ejemplo, la tecnología más recomendada sería la impresora láser.
-Impresión a doble cara. Cuando activamos la impresión a doble cara, logramos reducir la cantidad de papel que colocamos en la bandeja. Este ahorro no es sólo del consumible, sino que ayudamos también a la naturaleza.
-Papel reciclado. Para impresiones de a nivel interno, que no entregamos a los proveedores o clientes, que la calidad sí que tiene que ser superior, podemos utilizar papel reciclado.
-Cartuchos XL, que por su gran tamaño, ayudan a disminuir hasta un 50% el coste de impresión de tinta, ya que además de tener una autonomía superior imprimiendo mas paginas por cartucho, aproxima su precio por página al de las impresoras láser.
-Calidad de impresión. Elegir la calidad de impresión, no sólo para los textos, sino también para las imágenes y los gráficos, diferenciando si es para un uso interno o para los clientes, en las que sí que es necesario una impresión con signatura o logotipo, permite también un ahorro a tener en cuenta.
-Tipografías eco o también llamadas tipografías especiales, contienen en su diseño microagujeros, huecos en blanco que son inapreciables, pero que a largo plazo representan un ahorro relativo en tinta